lunes, 11 de abril de 2022

 

PACO IBAÑEZ ALREDEDOR DE LAS VIVEMCIAS DE ADOLFO CASTAÑOS EN EL 86 CUMPLEAÑOS DE PACO IBAÑEZ, 20 de noviembre 2020. EN LA PAGINA DE AMIGOS DE PACO IBAÑEZ.

Hola, Miguel, hola amigos. Tal como me pides, voy a hacer una semblanza de mis recuerdos a partir de la figura de Paco.

Hablar de mí también es absolutamente necesario para definir la importancia que ha tenido Paco y su acontecer en mi obra vital, poética y como persona.

Yo escuché a Paco por primera vez, yo creo que tenía 14 años, en aquella televisión en blanco y negro, una noche cantando junto a Mari Trini, dos canciones cada uno. Mari Trini cantaba muy bien el “Ne me quitte pas”, de Brel y Paco cantó “Lo que puede el dinero” de Quevedo y “La canción del Jinete” de Lorca.

Y desde entonces fue una sacudida en mi psiquis. No puede decir que haya sido el causante de que yo haya sido poeta, pero sí una influencia muy grande. No sólo él con los poetas, pero esencialmente él. Serrat también ha contribuido lo suyo al amor a los poetas.

Pero la actitud de Paco Ibáñez ha sido consustancial para mí manera de entender la poesía.

Y digo la poesía porque yo entonces no quise ser cantante ni cantautor, sino poeta. Y a partir de ahí me dediqué a conocer la obra de los grandes poetas de la tradición y después también de otros.

Desde mediados de los setenta yo estoy recitando públicamente. Seguramente en mi recitado público, que incluye mis poemas y los de los poetas que conozco, Paco tiene una gran influencia.

La otra es Carlos Oroza.

Carlos Oroza, el llamado poeta maldito en esos años y referente en España de la generación beatnik americana, Ginsberg y compañía, fue el primer poeta que acompañó a Paco en su vuelta a España

Junto a Xavier Ribalta, también cantautor.

Oroza es la primera persona que a mí me da a conocer los rasgos fundamentales de Paco Ibáñez.

Y sobre todo me habla de su madre, Josefa Gorostidi, mujer como se verá esencial también en la obra y desarrollo de Paco.

Oroza, que en ese tiempo hacía broma de “la izquierda que buscaba los restos de Machado por la Castellana”, y había decidido ya no participar en ese movimiento llamado de protesta, me decía: -Es que esa mujer era otra cosa.

Mi vida poética la he hecho en paralelo a la obra de Paco Ibáñez, al cual físicamente apenas conozco, aún sí, lo he escuchado en más de treinta recitales.

Pero conozco bien a su familia de origen. Conozco a muchos exiliados de Auvervilliers, un suburbio al norte de París, donde ellos vivían. Conozco a muchos referentes del movimiento libertario, al cual pertenezco, que conocen bastante de la obra y vida de Paco Ibáñez.

Es desde ahí y esencialmente desde mi corazón y convicción que yo quiero señalar la importancia para la poesía, para la canción y para la dignidad humana, de la obra de Paco Ibáñez Gorostidi.

En este 20 de noviembre, dia de su aniversario, dia tambien de la muerte por asesinato de Buenaventura Durruti, referente para muchos entre los que me cuento, que en una entrevista a un periodista holandés, en plena sacudida de la guerra y la revolución, dijo aquello tan hermoso de que “hay un mundo nuevo en nuestro corazón”.

Paco Ibáñez ha servido a todo esto, más allá de que no fuera del movimiento libertario. Por eso, junto a mi admiración tiene mi cariño.

Hay un vídeo delicioso, Miguel, que tu nos ofreciste, donde Paco cantaba a Cernuda, mientras su madre pelaba patatas. Años antes, también en la post-cena, con la madre amorosa de la poesía y de sus hijos, Manolita, Rogelio y Paco, le dice a Paco; -canta esa canción de Lorca que antes me has cantado a mí.

Paco la canta, “mi niña se fue a la mar”, Rogelio le invita a repetirla dos veces. Paco le dice -pero por qué me la vuelves a hacer cantar? Rogelio les dice a madre y hermano: -De esto viviremos todos¡

Se ve el clan amoroso exiliado, poético y cultural, que tenía la familia Ibáñez-Gorostidi. Rogelio, que era muy de las tertulias de Montparnasse, donde sus amigos iban a veces a discutir con Jean Paul Sartre,,busca el contacto de Salvador Dalí, que algunos amigos suyos tienen.

Le muestra una grabación de Paco con canciones de Lorca y le pide que si Paco hace un disco sobre

Lorca, él lo podría prologar.

Dalí queda fascinado por la voz de Paco. Y efectivamente, hace un prólogo para ese maravilloso disco, donde reivindica a Lorca a la inversa, aparentemente criticándolo.

Yo cuando lo leí, quedé estremecido. Ahí se notaba el amor que se habían tenido.

Y reivindico en ello también a Dalí. Ese “ávida dolars” que visitaba a Franco, tiene la gallardía de apostar por Paco y defenderlo. No es cierto, por ello, que Dalí solo fuera “avida dolars”.

Cuando Paco y su madre deciden viajar a Barcelona para intentar desde España transmitir la poesía y las canciones, el viaje de Paco y doña Josefa Gorostidi es sufragado por los ahorros familiares.

Su hermana Manolita entonces era lo que en París se conocía como “madame pipí”, que era, ni más ni menos, estar al cargo de los lavabos de mujeres de la estación de Montparnasse, cobrando una pequeña moneda por ello. Esa bolsa llena de monedas servirá también para ese viaje.

Allí alquilarán un apartamento en las Atarazanas de Barcelona, que al cabo de unos meses no podrán pagar porque a Paco se le van prohibiendo todas y cada una de las actuaciones. Allí ha quedado con el tiempo reflejado el apoyo del gran Joan Manuel Serrat, que les ayuda a pagar los gastos de ese apartamento, antes de que Paco se lo pueda devolver.

En ese apartamento, mi hermano mayor en el poesía, Carlos Oroza, a veces gustaba de visitar a la madre de Paco, sobre todo cuando Paco no estaba. Oroza me decía “qué gran mujer, qué sopas de ajo me hacía!

Carlos había roto casi con todo lo que tenía que ver con poesía social y sobretodo con el partido comunista, el cual daba apoyo a Paco en aquel momento.

La madre le decía a Oroza: -Mi Paco es bueno, es mi hijo triste, es el mejor de mis hijos. Por suerte su padre no está contemplando ese apoyo del “partido de los chinos, que así eran conocidos los comunistas por los libertarios en Francia, porque su padre lo aceptaría, porque creía en la libertad, pero no le gustaría. Pero mi Paco es bueno, muy bueno y muy digno y tarde o temprano pondrá las cosas en su sitio”. Así sucedió con el tiempo venidero.

Paco desde entonces apoyó las políticas de las izquierdas todas, por ejemplo el mítin final de Mitterrand en el 74, cuando estuvo a punto de ganar a Giscard d'Estaing, contó con el apoyo musical de Paco Ibáñez en la actuación estelar de ese mítin.

Desde entonces Paco ya era descreido del fundamentalismo de las izquierdas y ya también una persona contra todo poder político arbitrario.

En los principios de la transición en España, hay una consigna que viene de la “trilateral”, donde aconseja que no se pongan en las radios y en las televisiones públicas las canciones de Paco Ibáñez.

Si se va entonces a las hemerotecas de los periódicos españoles de la época, se ve claramente la desafección que muchos sectores de la izquierda tienen por ese Paco rebelde.

“...Es que ha perdido voz, es que ya no canta...”

Paco entonces intenta pactar con los socialistas el proyecto de la carpa, que sería algo así desde la canción y otras artes, como la Barraca de Lorca y Cernuda en la República.

No se atreverán con el tiempo los socialistas a hacerlo.

Paco se refugia con su hermano Rogelio, su familia y otros bohemios en un taller que alquilan cerca del mercado de les Halles de París, donde hacen ebanistería, que era el oficio de su padre, a la vez que convierten el local en un centro de cultura alternativa.

Pasan unos pocos años. Y entonces el cantante catalán Xavier Ribalta, que ha conseguido un dinero por vía familiar, empieza a alquilar teatros en España para hacer recitales de Paco y de él.

Ya estamos hablando de mediados de los ochenta.

El verdadero reverdecer de Paco Ibáñez se produce en la fiesta que Raimon celebra por los treinta años de la canción “Al vent”, junto con compañeros de la canción significados, como Pete Seeger, Mikel Laboa, Ovidi Montllor, Daniel Viglietti, Luis Cilia y alguno más.

Allí es cuando Paco arremete contra los políticos que están en la primera fila y les dice aquello de que “vosotros estáis aquí por Raimon y la canción, y no viceversa”. Y cuando canta “la poesía es un arma cargada de futuro” dice aquello glorioso de “los que toman partido, partido hasta forrarse”.

Allí es el aldabonazo de una nueva generación que conecta con el corazón y el alma con Paco.

A partir de ahí es un reverdecer constante, sobre todo después de los diez o doce recitales en el teatro Borrás de Barcelona, donde ya es una eclosión con estas nuevas generaciones y algunos bastantes de las viejas que se vuelven a unir a la canción de Paco. Pocos años después fundará junto a su compañera Julia San Juan “A flor de tiempo”, donde se reconstituirá todo el trabajo anterior que ha quedado hasta entonces fragmentado. Ya a partir del 2000 la obra de Paco Ibáñez obtiene la difusión que al menos en cantidad no ha tenido hasta entonces. Y hasta aquí llegamos.

La dignidad de Paco Ibáñez quiero resaltarla junto a su rebeldía en dos anécdotas substanciales que revelan parte de su personalidad. En uno de sus primeros recitales en España a principios de los setenta en Valencia, en esa fase donde Paco no tiene dinero como para pagar su apartamento, actúa junto a Ribalta y Oroza en Valencia. Es boicoteado por unos grupos troskistas que cuando él canta “lo que puede el dinero” de Quevedo, le gritan “si, pero tu estás por el dinero...” Paco ni corto ni perezoso coge la guitarra y baja enarbolándola a decirles a los troskistas que se callen..

Ahí queda eso.

La segunda anécdota, y aún más deliciosa, se produce en Madrid, tras un recital en el Alcalá Palace junto con Ribalta. Paco, del que se conoce su furor anti-Mc Donalds, -estamos hablando del tiempo de Josep Bové-, se arma con unos pedruscos y arremete contra los cristales de un Mc Donalds. Es detenido por unos policías que lo llevan a comisaría. El comisario lo reconoce “pero usted no es el gran Paco Ibáñez? -El mismo que viste y calza. -Pero, hombre de dios, usted ya está mayor para estas cosas”. Paco arremete de palabra contra los McDonalds, el comisario mientras lo acompaña a la calle, le dice -hombre, yo lo entiendo, pero no me complique la vida, hombre”.

Decidme si no es deliciosa esa rebeldía junto a toda la sensibilidad de su vasta obra. Por eso y por tantas coas más, nuestro afecto hacia Paco.

Adolfo Castaños



jueves, 10 de febrero de 2022

 EL POETA FALLECIÓ EL 9 DE MARZO DE 2021 EN EIBAR (GIPUZKOA) D.E.P.

BIOGRAFIA DE ADOLFO CASTAÑOS GARROFÉ

Nascut el 7 d'octubre del 54, la infantessa la va viure al barri de St. Martí de Provençals de Barcelona. Pare andalús, mare catalana. Un barri que es començava a construir, de pisos de protecció oficial, entre els horts, el Clot i el Poble Nou, dos barris de passat anarquista. Ell va fer seva l'herencia de la familia materna, metge, mestre racionalista i periodista, que van participar activament a la revolució del 36 a Barcelona, dos d'ells van desapareixer a la derrota, la mare i la tieta van mantenir viva l' historia i la memoria.

L'Adolf ja era brillant a la escola. Va seguir la influencia del seu germà, 11 anys més gran que'ell, politizat i molt actiu al barri, que li va potenciar la seva vocació per la poesía. Segons un amic d'adolescencia, amb 15 anys ja era l'intelectual que s'entenia amb els adults, en un barri sumament politizat en ambós bandols, el seu veí de replà era un camisa blava de la Falange.

Era un barri especial, de vivendas construidas per el Sindicat Vertical, però al qual havien arrivat sindicalistes de la CNT, comunistes, socialistes, etc. als anys cincuanta. Molts vinguts del exili, altres surtits de les pressons. Hi havia un petit grup dels “nens de la guerra”, tornats de Rusia. La casa d'una d'ellas, la Maria, era la embaixada de Rusia quan venien a Barcelona ballets, cantants de ópera al Liceo o jugadors de basquet, en aquells temps del “telón de acero”.

Les dones de la familia anaven directament al Casino de l'Aliança del Poble Nou, perque al barri no havía cap puesto que se semblés a la Sagrada familia, el seu barri anterior. Al casino va estrenarse l'Adolf als 17 anys, presentant-li els seus poemes a la cantautora Julia León, que amb Elisa Serna, seguían l'estela de Paco Ibáñez, Raimon, Serrat, etc. en el cami de la reivindicació de la poesía.

Treballs a la fábrica, al Poble Nou, fins que als 20, sindicalista a la Zona Franca, el metge li recomana “cambiar de aires” pels seus problemes de gola. S'en va a Madrid amb la companya.

Allí viurá durant 5 anys la vida bohemia e intel.lectual, amb el seu mestre i amic Carlos Oroza, poeta gallec, que es movia en ambients del mon editorial i la cultura, les tertulies als cafés més interessants de Madrid i l'Adolf va participar en l'edició de diaris contraculturals i editorials: La Bibicleta, el Pendón, Campo Abierto...Va ser corrector d'estil a Aliança Editorial. L'amic Oroza l'havia recomanat legir el poetas romántics alemanys Rilke, Hölderlin...

Coneix Fernan Gómez,  Bardem, García Calvo, recitals del seus poemas amb la CNT al 77 a Torrelavega, a S. Sebastián de los Reyes y publica el seu primer llibre “La libertad y el desarraigo”.

Al 79 tornen a Barcelona. Activisme veïnal, fin que al 95 al ateneu llibertari de la Verneda, amb la companya, la filla i uns quants joves, forman el grup poétic León Felipe, amb el nom del poeta que apart de Antonio Machado amb ell més li agradava i que no surtia al llibres de text. Van ser uns anys de efervescencia, amb recitals al Centre civic de St. Martí amb cantautors i poetas, fins al 2004. i a molts altres puestos, centres cívics, asociaciós de veïns, centres de gent gran, centres okupes i hasta el jardí del palau nacional amb l'associació del Fort Pienc, amb la qual van estar fent recitals de poesía cada any per les festes del barri desde 97 al 2007, ja que amb ella estaba integrat l'ateneu Enciclopédic popular, del que l'Adolf va ser vicepresident durant vint anys, una entitat importantísima durant els anys vint y trenta, que va ser expoliada al 39, y rescatada pels activistes als anys 70 y que conserva un fons amplísim de documentació del moviment obrer, que es guarda a la biblioteca Arús.

L'Adolf i altres companys no van parar de batallar per aconseguir la restitució del local, quejust aquest 2021 s'ha aconseguit al carrer de Reina Amalia 38, a Ciutat Vella.

L'Adolf havia acceptat l'herencia anarquista como algo natural, i mai va deixar d'estar actiu amb el seu compromís. Amb la poesía, autoeditant els seus llibres, amb els recitals del grup en tots els puestos que els cridaven i que ell buscaba, que era molt persistent i creía en la comunicació i l'expansió de la poesía i la búsqueda del coneixement. Va participar en documentals sobre la memoria histórica, en debats, como “Repensar Barcelona”, que va arribar a la Bienal de Venecia, rutes sobre el passat anarquista, etc.

Al jubilarse la seva companya, les estades al País Basc es van fer més llargues. Va poder establir contacte amb els poetas de Bilbao, fer recitals a Eibar, Ermua, Elgoibar, etc, como avanç havía fet per tota la geografía espanyola amb el grup o amb l'Enciclopédic.

Fins que al 2018 va trovar que la xarxa, sobre tot el facebook, li permitia possar poesías cada día.

Al seu “exili” com deía cariñosament al no estar a Barcelona, va trovar que havía aconseguit més de cuatre mil seguidors i va recollir el fruit de tots els seus anys de activisme a les Iberies, como deia, amb amics a Portugal, Galicia, Andalusia, Madrid, Catalunya, el Pais Basc, fin a Cuba, Uruguay i la China.

Aixó el va possar content, satisfet, que, com León Felipe, havia trovat la seva “almendra”, “ya soy un virtuoso”, deia.

                                                                    -oOo-

Nacido el 7-10-54, la infancia la vivió en el barrio de Sant Martí de Provençals, de Barcelona. Padre andaluz, madre catalana. Un barrio que se empezaba a construir, de pisos de protección oficial, donde antes había huertos, entre los barrios de Poble Nou y el Clot, dos barrios de pasado anarquista.

Hizo suya la herencia de la familia materna, hermanos médico, maestro racionalista y periodista, que participaron activamente en la revolución del 36 en Barcelona, que dos desaparecieron con la derrota, mientras la madre y la tía mantuvieron viva la memoria.

Adolfo ya era brillante en la escuela. Siguió la influencia de su hermano, 11 años mayor, que le potenció su vocación para la poesía. Según un amigo de la infancia, con 15 años Adolfo ya era un intelectual que se entendía con los adultos.

Era un barrio aislado, de viviendas construidas por el sindicato vertical, pero al que habían llegado sindicalistas de la CNT, comunistas, socialistas, etc. en los años 50. Muchos venidos del exilio, otros salidos de las prisiones. Había varios vecinos vueltos de Rusia, los que fueron niños de la guerra” y la casa de la Maria, una de ellos, era la  embajada de Rusia cada vez que venían ballets, cantantes de ópera o jugadores de baloncesto en aquellos años del "telón de acero".

Las mujeres de la familia iban a distraerse al Casino de la Alianza del Poble Nou, porque decían que en el barrio no había ningún sitio que se pareciera a la Sagrada Familia, su barrio anterior. En el casino se estrenó Adolfo a los 17 años, presentando sus poemas a la cantautora Julia León, que con Elisa Serna seguían la estela de Paco Ibáñez, Raimon, Serrat, etc. en el camino de la reivindicación de la poesía.

Trabajos en la fábrica, en el Poble Nou, hasta que a los 20, sindicalista en la Zona Franca, el medico le recomendó cambiar de aires por sus problemas de garganta. Se va a Madrid con su compañera.

Allí vivirá durante cinco años la vida bohemia e intelectual, con su maestro y amigo Carlos Oroza, poeta gallego que se movía en los ambientes del mundo editorial y la cultura, las tertulias en los cafés más interesantes de Madrid y participando en la edición de diarios contraculturales y el mundo editorial: El Pendón, la Bicicleta, Campo Abierto...Era corrector de estilo en Alianza Editorial.

El amigo le había recomedado leer a los románticos alemanes, Rilke, Hölderlin,etc.

Y le presenta a Fernán Gómez, Bardem, Agustín Garcia Calvo. Recitales con la CNT en el 77 en Torrelavega, y S. Sebastián de los Reyes. Y publica su primer libro “la libertad y el desarraigo”.

En el 79 vuelven a Barcelona. Activismo vecinal, hasta que en el 95, en el ateneo de la Verneda, con su compañera, y unos cuantos jóvenes (entre ellos su hija), forman el grupo poético León Felipe, con el nombre del poeta que, después de Antonio Machado, era el que más le gustaba y que no salía en los libros de texto.

Fueron unos años de efervescencia, con recitales en el Centro cívico de St. Martí con cantautores y poetas, hasta 2004, en el del Fort Pienc recitales cada año por las fiestas del 97 al 2007, y muchos otros sitios, algo que al principio pensaron que no cuajaría, pero al ser una selección de poesías elegidas por los componentes del grupo, amplio y variado de edades, gustaban a mayores y jóvenes: uno elegía León Felipe, el otro Lorca, Cernuda o Machado y otro Lou Reed, Patty Smith, Fonollosa, Ferrater, Brel, Leo Ferré, Brassens, todo un abanico amplio y variado, al igual que los sitios a donde les pedían acudir: asociaciones de vecinos, casales de pensionistas, centros de salud mental, centros okupas, jardín del palau nacional, etc.

Fue durante veinte años vicepresidente del ateneo Enciclopedico Popular, una entidad importantísima durante los años 20 y 30, que fue expoliada en el 39, y rescatada por activistas en los 70 y que conserva un fondo amplísimo de documentación del movimiento obrero, que se guarda en la biblioteca Arús de Barcelona.

Adolfo y otros compañeros no han parado de batallar para conseguir la restitución de los locales, que justo este 2021 se ha conseguido uno en la c/Reina Amalia, 38, en Ciutat Vella.

Adolfo había aceptado la herencia anaquista como algo natural y nunca dejó de estar activo en su compromiso. Con la poesía, autoeditando sus libros, con los recitales del grupo en todos los sitios a donde les llamaban o que el buscaba, pues era muy persistente y creía en la comunicación y la expansión de la poesía y la búsqueda del conocimiento.

Participó en películas sobre la memoria histórica, en debates, como los de “Repensar Barcelona” que pasó por la Bienal de Venecia y otros muchos, en rutas sobre el pasado anarquista de la ciudad...

Al jubilarse María Angeles, sus estancias en el país vasco se hicieron más largas. Pudo establecer constacto con los poetas de Bilbao, hacer recitales en Eibar, Ermua, Elgoibar, en variados sitios, como antes había hecho por toda la geografía española, con el grupo o con el Enciclopédico,

Hasta que en 2018 encontró que el Facebook le facilitaba poner poemas cada día. En su “exilio”, como decía cariñosamente a no estar en Barcelona, encontró que había conseguido mas de cuatro mil seguidores y recogió el fruto de tantos años de activismo a las Iberias, como decía, con amigos a Portugal, Galicia, Andalucía, Madrid, Catalunya, el Pais Vasco, hasta en Cuba, Uruguay y la China.

Esto le puso contento, satisfecho de que, como León Felipe, había encontrado su “almendra”, “ya so y un virtuoso”, decía y seguía, como Sherezade, poniendo uno cada día.

Entre sus intereses, además de la poesía, la canción, la literatura, la política, la gimnasia, el tabaco, la buena comida, los amigos, estaba el fútbol (de pequeño su padre lucía ante sus amigos las dotes de memoria que tenía, haciendo que recitara las selecciones de Argentina, Uruguay. España, Inglaterra..., y curioso, era un andaluz catalán que prefería al Bilbao... ) y fue un tiempo entrenador infantil en la Monopol, en Poble Nou.

La pelota vasca era otro de sus temas, y discutía con su suegro sobre si Olaizola o Irujo... y otros...

En los primeros trabajos, había sido campeón de pin-pong, consiguiéndolo a base de  aprender trucos en libros chinos importados de Argentina en los años 70. Es que tenía muchas dioptrías y por eso se aprendía de memoria todos los poemas, sorprendiendo gratamente a todo el mundo por ese hecho, que unido a su peculiar y profunda voz, le daba un gran empaque .como poeta.

Según muchos de sus interlocutores, era una persona excepcional, porque en sus intervenciones, en que enlazaba tanto en horizontal como en vertical hechos históricos, culturales, políticos y deportivos, aunaba crítica y cordialidad, a veces era exigente en los debates porque le gustaba profundizar en los temas, ir más lejos... y se nutría de todo lo que intelectual y vitalmente le servía para ampliar su cultura y la de los demás.






sábado, 4 de noviembre de 2017

BALADA DEL MISTICO SUICIDA

BALADA DEL MISTICO SUICIDA

Ahora viene el místico con aire de suicida.
Tres váliums se tomó, pero aún camina.
¡Caramba¡ ¡como aguantan deprimidos¡
Viene hacia mí como un benedictino.
¿Cómo estás, compañero?
-Canino, estoy canino.
Triste, solo, fané y descangallado.
Todo eso, si, tomándose su tiempo.
Tomar valium tiene estas cosas.
Aguanta, coño, que el que resiste gana¡
Batalla, que es por lo poesía¡
No puedo, hermano, me consume el tiempo.
No debí de estudiar filosofía.
Mi perro me ha dejado,
la portera me espía.
Y mi madre, la pobre, me insiste en su alegría
pero también me pone muchos discos
y son del Mejorano¡
Es grave lo tuyo, en verdad grave
más nada que no tenga solución.
Resiste, tu resiste.
Si resistes, vienes a verme otro dia.
Resiste, es claro que resiste.
Estos para suicidas son muy resistentes.
Detrás de las pintas de enclenques
hay muchos kilos, pero muchos, de granito.
Viene hacia mi, lo recibo contrito.
Pongo mi mejor cara, la más triste.
Me ve cara de agobio y se resiste.
No, compañero, no voy a violentar tu sueño.
Pero ya el morbo me domina.
Necesito mi ración de buena obra.
Pero está visto, ese dia sobra.
Ensaya versos, y son del Arcipreste.
Recito entonces versos de San Juan.
Mas me detiene firme: -Ese ya no es mi cantar.
Mi canto ahora está en el son.
Tomo mojitos cargados de ron
voy por la noche a Tropicana
y en tres baldosas bailo que es la mar salada.
Hasta al público que mira lanzo besos.
Lo miro con envidia. Hay pecador¡
Y me pregunto entonces,
¿Y ahora que hago yo?
Pero está visto. Es el poeta, los poetas.
No conocen los pesos, ni tampoco las medidas.
Tan pronto con su llanto te conmueven
que con su risa o con su grito todo atruena.
¡A veces juro que hasta llueve¡

* * *








viernes, 27 de octubre de 2017

DE TI HACIA TI TAN SOLO HAS DE LLEGAR - Barcelona, Marzo 97

De flores y trabajos el jardín
De sueños y emociones el esfuerzo
De espera de otros los acertos
Y un mundo mientras tanto, por vivir.
Caminarás de noche, en senda oscura
guiado por lo cuerdo y tu locura
Tus ojos serán tu propio corazón,
alimentado de miradas presentidas.
Del ayer hasta el mañana, la emoción.
Rechazarás de plano toda tentación,
presentirás razones y esperanzas.
Y negarás entero mientras cantas,
-Ojos de buey del barco del ayer-.
Es tu designio, tu Itaca, tu esperanza,
Es tu camino, no tiene vuelta atrás.
Pero sabrás y sentirás que es tu final.
Tu huella, tu mirada, tu destino
Tus cantos sembrando los caminos
DE TI HACIA TI TAN SOLO HAS DE LLEGAR.


Lo coges con las manos y se va
Se marcha de tus manos y ya es viento
Lo que sabías, hoy lo desconoces
y vuelves a prenderlo de tu fuego.
Largo el camino, anchos los anhelos,
hojas del árbol que hizo tu raíz.
Pastor serás de todos tus fragmentos.
Pervivirás en lo oscuro y en lo cierto.
Aunarás estrellas de tu voluntad.
Condensarás oscuridades y certezas
Y sólo entonces canto brotará.
De ti depende sólo en lo más solo
LLEVAR EL CANTO CON TU CAMINAR


Bisbisea la ternura...
Mi sueño nunca descansa.
Escapando a pesadillas
busca al amigo y avanza.
Va en busca de esa verdad
que aunque sabe que no existe
es su norte y es su mar.
Siempre en los imposibles
se forjó la libertad
Busca en ese resplandor
muerto las veces de pena
en la cotidianeidad.
Y espera, mientras, avanza
mi sueño, sin descansar.

           *   *   *

Ven a mí, que yo te espero,
Ven, seremos uno más
mirándonos a los ojos
andando por la ciudad.
Si vienes por la mañana,
por la montaña o el mar,
no me importa,
yo te espero, anhelante de tu faz.
Gritaré muera el progreso,
viva lo que no se vio.
No sé bien qué es lo que quiero,
sé lo que no quiero ver.
Todo lo veo perdido,
nada más hay que perder.
No dejes que en un cajón
encierren tu ansia de mar.
No te pierdas en el niebla,
bruma de sucia ciudad.
Ven a mí, que yo te espero.
Ven, seremos uno más.

             *  *  *
     
He devuelto los cantos que no me pertenecen.
He visto cantos de amor entre el guardia y el preso.
Me ha irritado y conmovido.
Pero no puedo callarlo.
Fluyen mansas o bravías las aguas,
los pensamientos y los sentimientos.
Y escucho una voz que me dice:
Déjalo, toda ya está escrito.
Pero no es mi voz, ni mucho menos mi canto.
No es mi canto rescatado de todos los cantos.
He tomado un calcetín que me gustaba y le dado
la vuelta.
Era hermoso, no me arrepiento.
Pero devuelvo los cantos que no me pertenecen.
El del jilguero, el del ruiseñor, el gavilán y la paloma.
Mi canto entre todos es un solo canto.
Aunque todo ya esté escrito.

             *  *  *

Por medio de la palabra
con que el hombre ahora habla
están los cantos de siglos,
los sueños de mil miradas.
Su lamento y su ilusión.
Flor nueva en el viejo árbol
es toda la creación.
Yo siento un clima pasado
cuando afirmo mi canción.
Cada ilusión conseguida
es hija de algún dolor.

             *  *  *

Entre la vida y la muerte
hay una respiración
hecha canto por el alba
de su espíritu creador.
Del ave de las ideas
no quiero ser cazador.
Del ave de las ideas
yo no he de ser cazador.
Prefiero ser árbol viejo
que lo ha nacido una flor.

             *  *  *

En las palabras yo miro
los ojos con los que siente
la música del que miente
y el canto del corazón.
Y lo mismo es diferente
escrito por dos miradas:
una puede ser la vida
otra puede no ser nada.

            *  *  *

Ver el todo, estar sin nada.
Antes que tenerlo todo,
y no ser nada.
Ser aquel que caminando
se pierde en la claridad.
Antes buscarse y perderse
que renunciar a encontrarse.

            *  *  *

Escuchas el latido en tu compás.
Lo filtras desde el bosque de tus ojos.
Y en el silencio espeso drenas tu verdad.
Rescatando el corazón de lo ampuloso.

           *  *  *

Vuela el ave al nunca fin
del horizonte.
Y en su vuelo está el dolor.
No es la libertad quien vuela.
Es el miedo a la agresión.

           *  *  *
Tanto musgo del amor cercado por la muerte,
tanto amor hecho ácido en la frente.
Estamos frente a frente,
detrás nos cerca el vacío.
El círculo del aire se cierra con tu nombre
y el sueño no lo alcanzo.
Te busco la mirada
buscando la invisible realidad.
Doy un grito, doy un salto
y el sueño no lo alcanzo.
Mas vuelves a aparecer y vuelvo a ser hermano de la fiebre.
Mi orden interior trastabilla tras tu voz.
Y lo que era la expresión
es un canto circulando límites de la razón.
Me voy a oír el canto hermoso de unas hojas,
piso su vegetación
y el sonido de su queja
es como mi corazón.
Es una estancia abismal
la que va del suelo al cielo
pero el aliento de vuelo
abismos sobrevoló.
Quiero salir de mí,
salir en tu busca y verte,
abrirme y acogerte,
cerrarme y volverme a abrir.
Pero, abajo,
la prisa trasladada con tu ausencia
me ahoga el corazón.
Y me da miedo que la puerta reviente.
Me da miedo perderme en el camino
porque sólo sé volar.
Porque no sé esperar.
Y EL MUSGO DEL AMOR SE HACE ACIDO EN LA FRENTE.

              *  *  *

El espacio de la angustia
que ocupa mi pensamiento
es grande.
Mas no se ve. Está dentro
de mí y no quiero que vuele.
La angustia de cada cual
es voz íntima del alma
que no puede reflejarse.
Si sale a la luz sólo es en parte,
nunca toda se la ve.
La luz de mi pensamiento
y el sol de mi corazón,
con la angustia de mi alma
pugnan por ser la canción.

              *  *  *

Miré a mi alrededor y no vi nada
pero cuando proseguí
vi a otro que estaba oculto,
tal vez él no me vio a mí.

             *  *  *

Deja las huellas del tiempo
que surquen tu corazón
y haz de ellas esa flor
que renace de sus hojas
y es fuerza en el dolor.

             *  *  *

Después vendrá la tierra separada
del más que grito, aullido en nuestra voz.
Será la libertad incontrolada,
la buena, la que nunca se encontró.

Y el código aquel que la define
en ley abandonada ha de quedar.
Los ojos, que desde ella parpadean,
con lenta rapidez se han de cerrar.

Y así, con lo que antes no existió,
lo que fue quemado por la hoguera,
vendré a buscar tu cuerpo, que me espera,

Así habrás de venir: RESURRECCION

                *  *  *

Fui a verla en la mañana del recuerdo
me dirigí para hablarle
y lloré.

Lloré por los sueños compartidos
que callada y con ternura me acogió.
Y al sentirme solo y lejos de aquel tiempo
fui hacia ella, me senté y le hablé de amor.

Yo le hablaba a borbotón de sentimiento,
en monólogo de sueño y de pasión.
Y ella fiel, en su silencio me decía
la palabra más hermosa que nunca nadie me dio.

Era tan sólo una mesa del café
pero ella era otro tiempo
en que yo tuve esperanzas.

Y LLORE.

                  *  *  *

Mi corazón se abre a lunas preñadas de primavera,
A la luz de los que esperan,
Al canto de los rebeldes.
Al ayer, al hoy, al siempre
Al tiempo del infinito
Al grito de los malditos
Y a los jazmines en flor.
Mi corazón hecho vida
En su grito y su susurro,
Busca luz en las entrañas.
Calor que canta el mañana
Mientras vibra el cada día.
Busca saltar cualquier tiempo
Medido por arquitectos
Busca ceñirse al misterio
Por sentir y por saber.
Gritar con cada rebelde
Soñar con cada poeta
Y al lamento darle vida,
Fraternidad y raíz.
Y darle vuelo a la queja
Jardín, música y color.
Transterrado en cualquier tiempo,
Ser del tiempo creador.

                *  *  *

Sentir la lluvia
Andar
Pensar desde el latido.
Hablar en el silencio. Beber vino.
Llenar de canto el paso de vivir.
Ir más allá del nombre de las cosas
Dejarse penetrar por lo sentido.
Atmósfera que llena ese camino
Ganado en la mirada fecundada
Que nace del ayer para el mañana
Y dice su palabra transpirada
De tierra y viento, luz a compartir.

                *  *  *

Como la tierra, tus ojos me buscaron.
Sembré ternura y tus ojos lo notaron.
Te di unos cantos y tus ojos lo aceptaron.
Dudé a tu lado, y tus ojos me miraron.

Ahora, en el silencio, te siento en la caricia de tu mano
sembrando juntos rosas de amistad y amor.
Esconder el corazón no evita que si se mira
se haga desde el resplandor.

               *  *  *

Me emociona la luz, no las ventanas.
Me conmueven los silencios proyectados.
Son mi canción las miradas y las manos.
Es mi alimento el ancho respirar.

Es esa niña, su voz y su alegría.
Me hace soñar: Hoy es siempre todavía.
Me hace pensar: Mañana, qué será.

Como un arroyo de agua limpia que va al río
Como va el río caudaloso al ancho mar
Así una niña a una mujer que le sonríe.
No es más pequeña por más frágil la verdad.

Defenderé uno por uno esos anhelos
De mirar, de saber ver, de romper el hielo
En el cálido mecerse de una voz.
Jacques Brel me  lo dijo un día:
Todo en el mundo es amor.

                  *  *  *

No fue el mensaje, sino la actitud.
No fue el acontecer, sino quien lo sentía.
No fueron ni los cantos ni los días.
El hombre fue y su terrible mezquindad.

Dejemos pues el canto en paz y en alegría
Dejemos de negar epifanías
Sepamos, si, las cosas desde el fin.

No hay canto suficiente,
raíz ni reciedumbre, es cierto.
Pero el sueño aún está allí.

Si no cogimos frutos
no fue porque eran verdes.
Si no nos mantuvimos
Sólo causa nuestra fue.

Que cada sueño sea para pervivir
Que cada gesta del dolor conozca
Que hondo y honrado el pensamiento surja
Negando y afirmando desde sí.

No fue lo que nacía
Sino, lo que aún vivo
Corrompe cada día el sueño de vivir.

                  *  *  *

Ya somos mayores.
Soñamos más allá del primer sueño.
Caímos demasiadas veces
como para dejar de creer en el camino.
Demasiada inversión en nuestros pies,
demasiados discursos ahogados,
demasía de voces en los desiertos.
Ni oriental, ni occidental,
sino tú mismo.
Tu mismo, fracasando en el paseo del triunfo de la vida.
Nada existe, y todo está detrás de aquella loma
que divisa el primer sueño.
Ya es otro, pero es sueño.
Sueño de pie, sueño levantados, sueño árido.
Cantos densos, plenos, fértiles en su bochorno.
Aún cantamos a la inocencia.
A la inocencia que no se resigna y batalla por su verdad.
Por su trozo de verdad afluente que a río grande marcha.
Y después a mar abierto, desde donde se divisa otra colina.
De vez en cuando una luz, otra ciudad encontrada
en el camino.
Otra ciudad, donde vas a encontrar huellas de ti mismo,
de tu mismo dolor,
de tu misma tierra fecundada.
De tu mismo cantar que no se escucha.
Y otra vez soñarás, abierto y confiado.
Con los ojos prestos a ver y dejarse penetrar por la verdad
y la inocencia.
Entonces, prepárate para lo peor.
Serás examinado, escudriñado.
Pues en tus ojos estará la herencia de siglos nómadas
y peregrinos.
El miedo se unirá contra ti con la inocencia primera.
Con la inocencia legal y permitida.
Y los cobardes se unirán a los miserables.
Y el candor interesado disparará las balas de la estupidez.
Si sigues adelante, cantarás a la inocencia,
y sabrás por qué lo haces.
A Roma no has de llegar, sino a ti mismo.
Y a otros, a otros solitarios de misterio
que de amor hicieron canto airado.
Y EL DOLOR Y LA ILUSION DIRAN EL RESTO.

              *  *  *

No es el fracaso quien marca tu actitud
Será tu voz caminando los senderos
Con vino rubio buscarás la luz
Navegando entre esperas y deseos.
Y si te dicen que no existe luz
Ni sombras, ni esperanza, que todo se perdió,
Busca tu voz adentro con la fe del carbonero
Y si tropiezas, vuelve a levantar.
Día tras día siguiendo tu horizonte.
Busca tu voz si caminas hacia el norte
Busca tu norte si caminas hacia el sur.
El otro lado es siempre el que acompasa
Pero, si ves que al negar tu corazón se abrasa,
Mira y afirma, mantén la ilusión.
Mas, si esa misma te niega lo que afirma,
Párate en seco y niega lo esperado.
Quieto o en marcha, busca otro camino.
Del ti hacia el todos,
Del todos hacia el ti.
Tu corazón con brújula ha nacido
Y si niegan tu sueño, niégate.
Busca tu yo compartido
Y busca para encontrar.
Todo lo demás es menos
Cuando se busca el camino.
Hoy no existe sin mañana,
Ni el mañana sin ayer.
Busca tu voz mientras tanto
Pero afina en el oído,
No canta quien no escuchó
Y entre todo lo que escuches
Y tu canto y tu razón
Harás verdad tus razones
Y tu verdad emociones
Que en el todo se conjuga.

TERCER MILENIO (AHORA QUE DICEN QUE VIENE...)

TERCER MILENIO

Todo es lo mismo y todo es casi nuevo.
Recuerdo al conde Lampedusa
como la balsa de las medusas
hay que volver a reinventar lo nuevo.
El círculo se cierra lenta pero inexorablemente,
con piedras haremos nuevas guerras.
Creo que Einstein tenía razón.
Ni la fe, ni la razón, ni las ideologías
han podido erradicarnos del dolor
y hoy aquel viejo feudal
sigue teniendo el derecho de pernada.
Sólo el espíritu de ayer como mañana
podrá enfrentar lo que ayer afrentó.
Neutralizados, cautivos, desarmados,
seguimos dando un brindis al sol
sintiéndonos en el mundo mejor
de todos los mundos posibles.
Mi asco regurgita vómito y luego lo digiero
bebo de mi desespero
y doy un grito, un palo de ciego:
es un respiro de mi corazón.
Todo es lo mismo y todo está muy nuevo
vía Internet retransmiten la guerra,
por la televisión habla un predicador.
Habla y alienta la eterna cruzada
un predominio de civilización.
Todo es lo mismo y todo se reviste de nuevo.
Auguro las mismas si nuevas derrotas
Auguro que Bakunin morirá como murió,
cercado por la ignominia,
que Cernuda volverá a nacer
y volverá a marchar al exilio y al olvido,
que Lorca volverá a nacer y a
ser muerto y fusilado.
Que mientras tanto nos dará unos versos
cuna y motivo de civilización,
que mientras tanto habrá alguna canción
que nos ofrezca y alimente el sueño.
Auguro que la muerte seguirá matando
que la vida luchará por la memoria
y que en el tiempo torpe a la vez
y sagrado de la historia
me seguirá alimentando la cancion:
       "no te conoce el toro ni la higuera..."

De Lorca ayer, del sueño hacia el mañana,
con Lorca y con la poesía
con Hernández, Cernuda, con Vallejo,
con Hölderlin hacia la locura,
con Kafka a la locura y la razón,
con Whitman hacia el paraíso
labrado en el arado de la tierra.
León Felipe clamará contra la guerra
alimentando la flor vieja
de todos los profetas
emocionante insubordinado
me dejaré y recogeré al sonido del desvelo
apocalipsis de la convicción
y aun si hay traidores, si la muerte vence,
nadie podrá quitarnos la emoción.
De cada muerte nacerá un desvelo
implacable es el ritmo de la poesía,
aún si se niega por todos los poetas.
Cuando se muere, se muere, la afirmará Vallejo
muriendo en París los jueves de aguacero,
poniendo luz a la desesperanza.
Volverá a nacer Salvat,
maestro de ayeres soñando mañanas.
Vendrá otro tiempo y no será más nuevo.
La aldea global seguirá siendo aldea,
la Grecia eterna seguirá siendo Grecia
y la utopía será un viaje a Itaca.
Será batalla rescatar los cantos
a ello me aplico tenso y sereno desde ahora
el violín de Auschwitz todavía llora
sólo es ayer cuando tañía a desvelo.
Vendrán nuevas doctrina y no serán más nuevas
el que las siga seguirá viendo las viejas,
la misma angustia, la misma queja,
la misma espera tensa de un mañana.
La aldea global seguirá siendo aldea
y la utopía seguirá siendo Itaca.
Seguirá el tango y se cantarán milongas
los siglos venideros serán de cambalache
y tendremos la nostalgia de volver.
A mediados del siglo venidero
habrá un poeta, un gran poeta,
que llamaremos tal vez el Arcipreste,
será de Hita o de Madagascar,
la aldea global será global y será aldea
hará poemas del poder del dinero:
Madre, a la cibernética me humillo,
aunque sea de papel y calderilla...
Será de Hita o será de Barcelona,
nos hablará del poder del dinero
y cómo compra ejemplares servitudes.
Será un poeta, un gran poeta,
tal vez lo celebremos como nuevo.
Será batalla rescatar los cantos
y seguir el rastro herido que lleva
la memoria.
Volver a concebir mañanas,
romper por la cintura la consigna de lo nuevo,
negar más de tres veces
que el rey aún va vestido
seguir los rastros de la dignidad
sobrevivir de cada muerte en vida,
volver atrás, atrás y a contratiempo,
al tiempo circular, al espacio infinito.
Volver atrás y hacia los mismos sitios
que nos dieron los sueños y todos los anhelos,
volver más viejos y siempre más nuevos,
sin querernos inventar los mundos nuevos.
El Partenón sólo son unas piedras
cuando no nos conduce la memoria,
borrados los signos cabales de la historia
sólo nos queda la reconstrucción.
Volver a Itaca desde la esperanza,
volver a Itaca en la desesperanza
en el grito abierto de todos los desvelos,
al canto circular que todo lo impregna,
mezclar luces y sombras y todos los colores
soñar de nuevo y soñar hacia dentro,
cantar más radical y repartir los panes
a todos los anónimos del hambre.
Todo es lo mismo aún si pasa por nuevo
quiero gritarlo desde la memoria,
desde ella saludar a Antoñito el Camborio,
flor de los nómadas de todos los desiertos,
a Antonio, a Rosa y, como no, a Ignacio,
maestro en lo taurino y en su alma.

Ahora mismo que el futuro empieza
que es nuevo siglo y nuevo milenio,
que viene el mundo viejo con el mundo nuevo,
quiero cantar y renovar en mi memoria
toda la gesta de la lucha obrera.
Desde la muerte y desde la quimera
se edificaron las bases de la vida.
Mil años pasarán si el universo lo resiste
y su gesta aún quedará motivo señero,
se seguirá recordando a Durruti y a Peiró,
así lo espero,
se verá claro y se verá sencillo
libertad, justicia y dignidad
no tuvieron mejores defensores
ni gestores mejores de esperanza.
Mi cantar renace en su memoria
quiero, pues, ofrecerles mi canción.
Cernuda con sus versos la cantó,
son sus palabras las que digo y reclamo.
Ahora hago un inciso, respiro y lo reclamo,
siempre sin Dios y mucho menos amo,
sea el servicio siempre hacia el espíritu:
        "Lo que el espíritu del hombre....."











viernes, 5 de febrero de 2016

"Ahora que dicen que viene un tiempo nuevo..." Octubre 1999.

AHORA QUE DICEN QUE VIENE UN TIEMPO NUEVO...LOS MILENIOS 

Octubre de 1999

PROLOGO

"Ahora que viene un tiempo nuevo..."¿Habrá que aprender a vivir? O, ¿acaso simple recreación de un eterno retorno? ¿Tiempo nuevo?
"Soy muchos entre anhelos, soy canto..." Así viaja este viajero, el poeta, oculto entre sus versos. Con Adolfo Castaños entendemos el por qué de la expulsión de los poetas y los artistas de la rígida República de Platón. Por qué la expulsión de Homero. Porqué el filósofo fue obligado a beber la cicuta. Por qué el juglar fue vilipendiado cuando no divertía a su señor. Por qué el pintor huyó al exilio.
Con Castaños recordamos que no hay más poeta ni más artista que el disidente. Que lo otro son bufones que sirven a su señor.
Poesía, la de Castaños, disidente de todo tiempo, de los tiempos circulares que exponen falsas rutas rectilíneas de un devenir que no empezó ni cesará. Pero la mirada del poeta no es en él la mirada lejana desde el exilio. Su emboscadura no es el bosque ni el mar. Su mirada proviene desde dentro, donde él, sin embargo, habita emboscado en la selva de sus poemas, pues "soy canto".
Por eso, su poesía es también memoria, sin la cual el Partenón son simples piedras.
Tiempos nuevos, dicen ¿Nuevos? Eso dicen quienes carecen de memoria. La poesía de Castaños es aquí, por ello, esa disidencia que inquieta.   

Bernat Muniesa.

EL ANTI-PROLOGO

Me preguntaba, y me continuo preguntando, el por qué este Adolfo se empeña en que alguien como yo que no entiende ni jota de lírica (ni escrita ni oral) le haga un prólogo a este compendio poético. La respuesta que me dio este Adolfo fue inapelable: "Porque busco lo desconocido".... Es decir, que con el exquisito talante y la profundidad analítica de este gigante "cuarta dimensión" del pensamiento, cual es Bernat Muniesa, que ya le dedicó el prólogo que antecede la anterior edición, este Adolfo debería darse por más que satisfecho.
Pues no, este Adolfo me pide la luna; pobre de mí, me continuo preguntando qué rol puedo jugar yo ante un incomparable Muniesa y un ambicioso Adolfo que quiere lo inalcanzable.
Vuelve a contestarme:"Quiero lo desconocido".
Lo que sucede es (recordando a aquel clásico: "La Poesía eres tú") que Adolfo acaso se desconozca, acaso se busca, acaso:"El desconocido eres tú".
No estoy haciendo un ejercicio esotérico con esta reflexión. Me estoy refiriendo a experiencias duras de la condición humana, duras como el mármol de Carrara, del que se sirvió el gran Miguel Angel para tallar su magistral David, con lo que el autor desborda la obra escultórica, pues de ella se deriva a una impeclable expresión poética...
Adolfo fue un "Niño de la Guerra", como lo fuimos los de mi generación. Aquella semilla con que alcanzamos la adolescencia, tras haber sido alcanzados por la metralla de las bombas, que nos armaran psicológicamente para no asimilar nunca la derrota, ni las derrotas... No es ningún mérito, mi generación, los "Niños de la Guerra", no fue artífice de nada, solo fue producto de una situación..., simplemente eso.
Lo verdaderamente extraordinario fue hallar algo de la nada, de aquella "generación perdida" (no porque había existido antes y desapareció aniquilada después) no, se trata de una generación que no llegó a existir: los "Niños de la Post-guerra".
Fue una generación que se vio rodeada, en lo político, en lo social y en lo cultural, de un silencio sideral. Es por ello que debemos tratarla como oro en paño.
Lo desconocido, esa alternativa a lo conocido, no está sólo en el futuro, se halla presente ya entre nosotros. Es esa generación que de niño no existió y se está buscando a sí misma. Algunos lo están haciendo a través de la Poesía. Este Adolfo es uno de ellos.
Luis Andrés Edo
Barcelona, octubre 2004.

PRIMER MILENIO

Soy muchos entre anhelos
soy canto, desde él quiero partir
hacia el viaje que desde el tiempo mismo
a tiempo vuelve, desde él quiero partir.
Primero fue la fe quien impregnara
más tarde fue quien la negara
nacimos desde muchas vidas.
Soy muchos desde mis anhelos
Hacia el viaje desde el tiempo parto
y llego caminando desde el fin.
Desde el principio lo digo y lo reclamo
la poesía es lo que defendí
aun si en la vida y desde la vida
quiero que cante ella desde mi.
En tiempo de cruzada deserté,
me hice místico y amé la picaresca,
y en la hojarasca que confunde gesta
he sido amante de la fe en la razón.
Expuse como expongo mi verdad
que fue quemada en todas las hogueras,
es por fragmentos que sobreviví.
Son estos mismos mi propio rebaño.
Son estos mismos que hablan de mí.
Primero fue la fe quien devoró anhelos
y el dolor siguió siendo dolor,
y el desvelo siguió siendo desvelo;
y el todo fue la nada
y la nada armadura,
y el miedo nos llevaba hacia el honor.
Antes de todo esto hubo otras vidas,
y hubo civilización.
Después de todo esto habrá más vida
y buscaremos civilización.
Es el viaje a ninguna parte
donde podremos dar una canción.
Es el camino universal y humano,
donde daremos nuestra convicción.
Tuvimos que esconder los libros,
tuvimos que esconder nuestro saber,
que el mundo era redondo fue quimera,
de la barbarie llegamos hasta poder ser.
Con mil palabras te diré tantas cosas...
ponle a ello la música de tu bolero.
Con mil palabras te diré
lo que Cernuda cantó en un solo poema:
con él y desde él estoy aquí.

Dos mil años después es volver al principio,
cuando se unen las razas y la fe.
Antes de todo esto hubo esperanzas,
si todo aguanta las habrá después.
La aldea global era y es una aldea,
y la utopía era y aún es aquél viaje a Itaca.
La fe, vino la fe con la estaca y la cruz.
Vino la fe entre niebla y barbarie,
y en latín describió el infierno Dante,
y una bruja enloqueció en su corazón.
Vuelvo a ese tiempo y todavia estoy huyendo,
veo a Pelayo y todavía me escondo,
no vaya a ser que me vea con el libro.
Cuidado, hermanos, si llega Pelayo.
Que este fulano, que este fulano tiene siempre a mano
reconquistas y hoy pasaporte norteamericano.
La fe, vino la fe con la estaca y la cruz,
y era el preludio de la esclavitud.
Con la fe de la cruz, doctrina de la espada
se avasallaba al indio y a la civilización,
y se quemó a Servet, se esclavizó a los negros,
gracias a ellos que nos queda el blues,
que nos da la luz. -No lo digas muy alto, cuidado,
puede venir Pelayo con todos sus colegas,
anónimas capuchas embozadas
quemando como siempre razones y espíritus
cantando una canción de Lola Flores
y travestido de Norma Duval.
Es broma, pero en serio te lo digo:
cuidado con Pelayo, hoy se hace llamar Clark
y se ha reconvertido en gestor de democracias
con vocación de paramilitar
(ahora se ha hecho amigo del buen señor Aznar)
Cuidado con Pelayo: hoy va bien camuflado.
Cuidémonos del poder y del dinero.
Cuidemos la memoria y recordemos
todas las luchas por la vida
tensos y serenos.
Cuidémonos de todo aquello que recuerde
los presentes y el pasado restrictivo.
La fe aún va armada
y tiene en sus acervos la quema de las hogueras.
Vinimos de Grecia y costó reconocerlo.
Saludo al árabe por ello.
En Córdoba fue, no falla la memoria,
que el pensamiento griego fue trascrito
y fue reconocido su conocimiento.
Quiero brindar por ello, saludar la memoria
de aquella calma y civilización.
El riego de la huerta acompañaba su soñar
y fue la tolerancia y la cultura.
Recuerdo al rey poeta, al rey Almutamid.
Saludo su memoria y reivindico
el sol, la luz, el espíritu y el alma
de los que dieron vida a la Hispania
antes que la barbarie conquistara
en nombre de la fe la Península.
Vinimos de la fe a la muerte,
quemamos uno por uno los herejes,
de ahí pasamos a Burundi,
menos mal que nos queda el blues que nos da la luz.
Vinimos del latín y hoy es Kosovo,
al nómada gitano se extermina.
Yo te saludo, Camborio
flor en el tiempo de todos los gitanos.
Ahora que el mundo se junta
y se une más que nunca lo viejo y lo nuevo,
que la aldea global es aún más aldea
y la utopía es aún aquel viaje a Itaca,
quiero cantar ancho y abierto,
quiero volver lento y preciso hasta Cernuda,
lo que el espíritu ganó que nadie nos lo quite
sólo podrá ser eso si tenemos memoria,
memoria viva en sangre, pensamiento y alma.

SEGUNDO MILENIO

Mil años son los que han pasado
el mundo como ves es un pañuelo
sigues y sigo, los mismos desvelos,
aún seguiremos después de Fukiyama.
Mil años buscando lo escondido,
buscando y baqueando en los conocimientos.
Se mueve, es que se mueve,
es poco más o menos, así hemos llegado a los inventos.
Volvemos a Platón, que de Grecia venimos,
o sea, a pensar a dónde voy
y acaso a pensar de dónde vengo
y en el me esfuerzo aún más grande
pensar sintiendo
dónde estoy.
De todo lo sencillo es que surgió el prodigio
de ahí a seguir el hilo, el pensamiento,
como el ovillo, que llega hasta aquí.
Mil años de batallas y al fin unos tangos,
siglo veinte, cambalache, problemático y febril.
Se mueve, es que se mueve.
Venimos de Grecia, aprendimos latín
hasta llegar al final del siglo veinte
cambalache, problemático y febril,
siglo de horrores y de dignidad.
Quiero empezar por el niño judío
que espera turno hacia su crematorio,
en Auschwitz todavía suena el violín
y, sin embargo nacimos en Grecia
y en otro tiempo aprendimos latín.
Del latín a Burundi,
de Platón a Kosovo,
de Sócrates al hambre,
de Heráclito al dolor.
La aldea global es ya por fin global
y mucho más aldea
y la utopía, Ay, la utopía,
tal vez sea aún
ese viaje a Itaca.
Venimos, ya lo ves, de antes de cualquier milenio
quién sabe el tiempo que tiene el ingenio
cómo se mide o se constata su canción.
Venimos del latín, de la belleza y la derrota,
y el hombre y la mujer han dado vida a una canción.
Parece raro, ahora me confieso,
pero yo sé cantar una canción
que me enseñaron muchos y me enseñó ninguno,
o tal vez fue seguir el oído de mi corazón.
Venimos desde Grecia buscando la elegancia
y con Sócrates tomamos la cicuta,
por la elegancia dimos unos cantos
como de paso también miles de vidas,
para que la elegancia pudiera perdurar.
¿Salvaremos su cantar?
No lo sé bien, a ello me aplico, tenso y sereno desde ahora
que el violín de Auschwitz todavía llora
cuando espera su turno el niño judío.
Qué mezcla de bellezas y de  horror,
qué perturbado aquel conocimiento,
que era un violinista delicado
el que ponía las notas del horror.
Hemos llegado al siglo veinte.
Se mueve, es que se mueve.
Hemos tirado de hilos y de ovillos
para poder decir esto es ahora,
mejor sería decir "HOY ES SIEMPRE TODAVIA".
Yo te saludo, Antonio,
a ti quién no te ha plagiado.
Diré tu nombre y en él tu desvelo.
Tu nombre Antonio Machado y manchado
por tanta estúpida ignominia humana...
También a ti te saludo, Juan Ramón,
el tiempo siempre une a los grandes poetas
y junto y antes y después, no sé,
me hace trampas la cronología,
quiero darte mi alma en pensamiento
al Rubén que nos cantó a la juventud
cual divino tesoro
Qué gran poeta has sido y aún eres,
indio de alma, corazón y pensamiento,
colonizando al colonizador.
No hay nada que no pueda
el canto y la belleza.
Son cantos de ida y vuelta,
cual puro habano o el mejor café.
Quiero decir, aprovechando que pasa el Pisuerga
que mis poemas saben a café
y a tierra del indio americano
desde que supe de Vallejo y supe de Rubén.
Pienso ahora en ellos, escucho sus sones,
sus luces anchas de melancolía,
su cantar elegante en la noche más fría
y en el Trópico lleno de calor.
En ellos pienso, me tomo un café,
a tu salud, Vallejo y a la tuya, Rubén,
y en ella también al indio americano
sobreviviendo escuadrones y matanzas,
sobreviviendo democracias tuteladas,
sobreviviendo al exterminio y al imperio,
como será mañana y será ayer.
Volvamos a Platón que de Grecia venimos,
volvamos a pensar a dónde voy,
de dónde vengo,
acaso y con esfuerzo, dónde estoy.
Volvamos a la Itaca y sin esclavitud,
ajustemos corazones con espíritu,
el canto intenso, lo amargo y lo excelso,
poco tras poco intensos latidos,
volviendo como Ulises, buscando la razón del corazón.
Volver con la memoria escuchando el tango,
volver con la milonga a la esperanza
y a los cantos pequeños de la vida,
volver con la herida en el alma,
con la frente marcada por dos mil derrotas,
volver como Rubén:
juventud, ¡oh divino tesoro
que te vas para no volver!
Vinimos del latín y pasamos por Burundi,
hambre y más hambre,
dolor y más dolor,
sones y cantos, el blues y la danza,
todo se cierra y vuelve a comenzar.
Ahora que se acaba un tiempo
y alguno dice que viene un tiempo nuevo,
será preciso rescatar los cantos
y salvar la dignidad de la memoria
que el violín de Auschwitz todavía llora
y está reconstruido el pensamiento de Pelayo.


martes, 1 de marzo de 1977

LA LIBERTAD Y EL DESARRAIGO


Adolfo Castaños





 

Prólogo


Una poesía limpia y directa de expresión, sincera, como es todo lo que coincide entre obra y vida. En este caso, todo lo que es verdadero incide en su traducción al poema.

Yo admiro todavía estos hechos porque ya no pertenecen al mundo artificioso de la escritura, sino a una verdad cada vez más destruida.

«A mí -dice Adolfo- me resulta imposible falsear la verdad con literatura». En efecto, Kafka no era un escritor, sino un hombre que se traducía a sí mismo (y muy bien por cierto).


Carlos Oroza
Madrid, marzo 177





Presentación

 
Se hace muy difícil escribir con esperanza cuando el entorno en que te mueves es triste y desesperanzado. Se hace terrible querer dar consignas de alegría cuando uno ve que tanto lo cotidiano como lo futuro tienen esa mezcla de lo inocuo y de lo desgarrado, de lo falso y de lo triste, de la muerte y de la enfermedad. ¿Qué hay que decir? ¿Cuál es nuestra postura cuando, llenos de vida, vemos ceñirse la muerte, sin estrépito, eso sí, pero lenta y segura, sin vacilar...?

Y, lo que es más triste, es que esa muerte no es algo que se oponga a una vida creada, sino que campa por sus respetos sin oposición. Y más aún latiendo y creciendo en todos nosotros. Todo es muy relativo; hace falta despojar a las palabras de grandilocuencias y adaptarlas al sentimiento verdadero, sin otra mediatización. Hace falta tener coraje para decir la verdad. Pero yo, os lo confieso, no tengo otra solución. Desde pequeño me enseñaron mis seres cercanos a decirla y, aún sometido a la tragedia como todos, siempre intento oponerle resistencia interior.

Claro está que por relativa mi verdad no es absoluta y me libraré de dar consignas de tristeza ni de ninguna otra cosa. Simplemente, me dirijo a quien me quiera escuchar y le hablo en voz alta de lo que pienso, de lo que veo, de lo triste que veo todo y de lo feliz que me haría verlo alegre. Ofrezco mi voz con todo lo que puede tener de ayuda para aquellos que desean cambiar o que desean cambiarse ellos para cambiarlo todo; para aquellos que creen en el ser humano.

Estos poemas, o lo que sean, que siguen, son el fruto de unos pocos años de vida y son una pequeña recopilación de mis sentimientos y reflexiones de éstos. Hará pronto unos cinco años que plasmé en un papel el primer verso. Pero yo soy de los convencidos de que los poemas no tienen tiempo, que la vida no tiene tiempo; que el tiempo se ha hecho para controlar, para reprimir. Por consiguiente, pienso que lo que haya podido escribir tienen mis 22 años y aún más, lo que he mamado, la gratitud, rebeldía y grandeza de mi madre; el permanente aliento de mi hermano, verdadero sostén de mi obra poética, y de todos los demás seres que me han rodeado y me rodean en este instante.

Aunque en el tiempo que he escrito todo esto mi visión de la situación ha cambiado mucho -casi diría que se ha alterado por completo-, todos los versos tienen algo en común: el deseo de la felicidad de mis semejantes y mía con ellos. Son cinco años de escribir aquello que deseaba, aquello que veía, siempre igual. Claro está, no siempre que se mira se ve lo mismo, depende de tu campo de visión, y también de lo que vayas a mirar.

El título, después de esto último que os acabo de decir, os chocara, «La libertad y el desarraigo»... «Cómo podrá decir éste que siempre ha escrito para lo mismo, si separa su obra en dos partes tan contrapuestas», os preguntaréis. Aunque muchos de vosotros en los poemas veréis la respuesta, para otros diré que siempre he escrito para la libertad, para cada vez caer en la mayor en el mayor de los desarraigos, sólo salvado por mi gente, por la poca gente totalmente apiñada a mí, que es mi mayor motivo de vida, como dice mi amigo Carlos Oroza: «Para mi amigo y yo la libertad; para vosotros la puerta del cansancio».

Hoy estoy, por eso, para hacer feliz a mi gente, a quien quiera ser mi gente. Es mi mayor motivo de felicidad, esperando el cambio de todo y cambiando yo, como digo en uno de mis poemas. Creo que es la forma más eficaz de colaborar a darle la vuelta a la tristeza.

Para acabar, dar el mayor de los abrazos a toda la gente que ha hecho posible que haya tenido una continuidad en mis escritos; a todos los que se han interesado por ellos y con su presencia me han dado fuerza para seguir. Y a todos los que ahora se disponen a leerlo y a comunicarse conmigo. Es mi mayor satisfacción.

A pesar de lo pretencioso que puede ser tanta explicación, os diré que me resultaba inevitable hacerlo para ordenar y aclarar tanto sentimiento a borbotones.




Adolfo Castaños

Madrid, marzo 1977







Poemas de iniciación a la libertad y
felicidad de los seres humanos






Yo supe que no sabía
cuando empecé a preguntar,
las dudas que yo tenía
y me hicieron callar





Entrega, pero no esperes;
da y no digas dame a mí;
sé consecuente en tus actos
y arrastrarás el sentir.




Por encima de barreras
que cercenen tu sentir
está tu esfuerzo en la vida,
tu deseo de vivir.




Donde tú vayas iré yo,
que no me vendo;
contigo siempre en marcha,
no habrá sufrimiento.




Palpitando el corazón en tus latidos
por el ser que murió
y no ha vivido.




Para que por siempre viva
contigo el que ha de nacer,
libertad te abraza el hombre
que contigo ha de crecer




Protégete del servil,
aquél que siempre te adula;
que el servilismo es
enfermedad y sin cura.




El miedo a lo que vendrá
sigue como una huella,
que debemos de borrar
para romper las cadenas.




La producción y el consumo;
el deseo de gastar;
dolores que provocamos
para pastillas tomar.




Viento y ser humano: luz.
Poder e ignorancia: cruz.




No hay fronteras que separen
a los pueblos cuando sienten,
las ansias de derribar
a quien oprime y les miente.




Yo no espero en los rincones
a que llegue la ilusión;
como ciego en plena calle
vivo, lucho y digo no.




Para ver que es necesario
antes de mirar, sentir.
Si lo traduces sabrás
lo que es para mí vivir.




No creo en la palabra
de ejercicio espiritual.
Sólo creo en la palabra
cunado brota libertad.




La vida no está exigiendo vida
y no muerte prematura.
Que en todos nosotros haya
una honesta y fuerte duda.




Unirme, pero no atarme;
caminar y caminar...
y sentirme vinculado
a todo lo que es verdad.




Allí donde hay pureza
me siento por adopción.
Podrán separarnos tierras.
Nos unirá la ilusión.




Mi deseo, mi canción y tú.
Quisiera que estén unidos
por algo que sea luz.




El viento me dice cosas
que no puedo traducir,
Pero me da una inquietud
que hace que a todas horas
esté buscando la luz.




Lo que siento es que os vayáis,
golondrinas que voláis.




Mucha mentira: opresión
mucha tradición: palabras
¡tanta insatisfacción!...
Ha de brotar nuestra voz.
No porque sea de oro
dejará de ser prisión
ese mundo en que te mueves,
al que llamas posición.




Pájaros que vais volando.
Pájaros que os matarán.
Pienso que os están matando
porque enseñáis a volar.




La dimensión de los hombres
no la mido con patrones.
Me llaman sus acciones.




Nos trajeron,
nos engañan,
nos adulan y nos mienten.
Frente a todo esto: siente.




Mis penas, mis alegrías,
todo es uno mi vivir.
No acepto que me conduzcan
hacia donde tengo que ir.




Cuando muera, que me entierren
donde cualquier hombre quiera;
que es en vida cuando quiero
luchar y buscar la tierra.




Cuando la razón impera,
lucho contra la razón.
Cuando la razón oprima,
luchad contra la razón.
Frente a dogma razonado,
se opondrá siempre la creación.

Si el corazón es cerebro,
quiero ser intelectual.




Quiero ser de raíz fuerte,
esa que nunca se rompe,
que le pegan mil hachazos
y la mantiene su norte.




Me llamaba el viento;
dije: vengo.
Siento.




La paloma voló;
el árbol ya se secó;
el perro palideció;
el hombre se marchó;
sólo el pueblo se quedó.




Aunque la ley me controle,
nunca serviré a a ley.
Cuando un acto me motiva,
nunca me fijo en la ley.
Siempre pienso en mi deber.




Siento que nada es inútil,
que todo es proyección.
Siento más fuerte la vida
que toda la condición.




Busco;
miro;
veo;
tengo.
Me matarán:
mil nacerán.





Doctor que tan sólo sirves
para diagnosticar.
Cuándo te habrás dado cuenta
que tu trabajo es curar.




El corazón me salpica
y no me deja estar quieto.
Y si le digo que pare
dice: ¿para qué te han hecho?




Condenar al ignorante,
no es ni orgullo ni honor.
Combatirle es defenderle;
esta es nuestra posición.




El equipaje que dificulta el andar...
Ya debemos empezar
a lo superfluo dejar.





-->
Valor, heroísmo, verdad.
Y no están en santidad.




-->
Y gritan: ¡libérate!

Lo sientes en tus entrañas,
cuando sales de mañana
y los encuentras al pasar.

Lo gritan y están callados,
Porque quien grita eres tú.
Tú mismo, que te reprimes.
Tú mismo, Que ves la luz...







La constatación de la tragedia cotidiana




Tantas noches y mañanas
sin podernos encontrar.
Tantos días, tantos años,
sin tener común lugar.

Libertad, eres más bella
que oro, orden y honor.

Que nadie te condicione,
ni te someta al cajón;
que caminen con nosotros,
hacia el ser, hacia el amor.




La sombra que penumbra se va haciendo;
el hombre que en penumbra ha de crecer;
los ojos hechos para ver la vida,
se ha hecho cronistas de desilusión.

De tiempo rutinario, día a día,
horario inflexible hasta en la distracción,
de seres que lloran con su risa,
de risas hechas con programador.




Yo me quiero rociar de los encantos
de la dulce palabra verdadera;
de la ansiada esperanza
del que espera.

Del que espera sin estar sumido
con la frente y con la voz.
Que apunta alto.
Y la fe y el corazón
fuerte en la vida.

Yo aquí, en estos días,
o allí, todos los días,
en las noches y en las horas,
en el tiempo,

llamando a dignidad,
porque ella es mía.




Di: ¿qué enfermedad es aquella
que el doctor no puede diagnosticar,
medicina necesaria en nuestra vida,
un remedio para nuestra enfermedad?

Hay enfermedad de la que el doctor no entiende.
Y es de vital importancia curar.
Enfermedad de la que no es corriente
en las calles hablar.

Di: ¿qué enfermedad es aquella
que el doctor, como tú y yo, está igual?




El curso de los días y su caminar.
La poderosa influencia del azar.
La historia decidida a espaldas nuestras.
Los cambios que provienen sin saber.

Años que a su paso arrastran vidas,
perdidas sin saber por qué.
En los rostros de hastío de a diario.
En la muerte aceptada sin querer.




Nunca habrá una sola verdad.
Pero sí una conciencia,
que nos la hará buscar.

Y nunca será la misma,
pero será la verdad,
si la búsqueda constante
genera libertad.




Que tu risa no sea nunca asalariada;
y espontánea brote siempre de tu faz.
Y tu llanto salga vivo, sin mentira,
que a nadie busque nunca impresionar.

Que sepamos y sintamos que, en los tiempos,
en que todo nos enseñan a vender,
aún tenemos ese arma infalible,
que es dar toda la verdad de nuestro ser.




Aquel hombre se encontró la inmensidad: venía de frente.

Al pasarse junto a ella tambaleó.
Y cayó entonces en cuán débil
era el mundo que antes le sustentó.

Fue a encontrarse hacia otro mundo: no llegó.
Porque el tiempo nunca pasa sin ser tiempo.
Y nos deja unos vacíos que tenemos que llenar.

Se dio cuenta entonces que tampoco
con el refugio esperado podía contar.

Vegetó, se quedó quieto, esperando.
Esperando lo que nunca le llegó.
Y por primera vez es su vida: pensó.




Y aquello que dijisteis irrealizable,
a la puerta os viene a llamar.
No os sorprendáis de su presencia,
simplemente contestad.

Y dejaros de principio,
olvidaos del final.
Es la respuesta a este tiempo
la que os quiere acompañar.

No os confundáis; este tiempo,
no es hoy, ni es mañana, ni fu ayer;
nuestro tiempo es tiempo nuestro,
nuestro quiere decir: ser.




Y del loco que rompe los silencios,
con gritos aparente incomprensibles;
que pregunta y escucha
cuando cree que debe preguntar.
Y que grita, insulta y patalea,
cuando no se le quiere contestar.

Del que todo lo discute
y nada acepta de antemano,
Todo me une, a su lado yo estoy.
Y siguiendo el hilo de su existencia,
interpreto su sentir, digo; yo soy.

Soy ese que ahora se declara,
Solidario hasta morir,
de esos locos que ahora hablan,
esperando un día poder oír.
Que se encuentran en su tierra,
hoy «Loquilandia»:
esa que mañana será vivir.




Que no corra el peligro tu martillo
de que le pueda conducir la excesiva precisión.
Y queriendo darle bien, para que nada pierda,
le dé tarde, cuando no haya nada a hacer en el dolor.

Es conveniente que el martillo sea lluvia,
que golpee fuertemente y sin cesar.
Qué importa que a veces se pierda,
y no deje rastro en el lugar ...

A la lluvia que se pierde la acompaña
la que riega y alimenta el gran hogar.
Y mucho más que precisión, rezuma vida,
vida que nos muestra libertad.




Mantenerse siempre fiel, inexpugnable,
a la vida que sentiste en ti nacer;
al principio que alimenta tu esperanza,
de que un día perseguido no has de ser.

Mantenerse en el deso de ir creciendo,
encontrando cada día ese algo más,
que permite ir, buscar, con alegría el mañana,
para vivirlo con la entera libertad.

Para encontrarse día a día con la vida
y con las gentes que acompañan el amar,
arquitectos y obreros de la vida,
gestadores de la nueva dignidad.




Abrázate a todo aquel que te escuche,
que distinga tu voz del clamor.
¿Quién dijo que un hombre solo no es nada?
Un ser solitario puede ser amor.

Que si hay masas sean conjuntos de seres,
y no gritos uniformes, sin color;
que cada uno seamos pensamiento,
que cada uno seamos canción.
Que no nos reduzcan un palmo,
que nunca cedamos nuestro sol.




Fue una voz la que se elevó sobre la histeria.
Fue una voz la que al clamor apagó.
Era la voz que replicaba en las conciencias.
Era una voz. Era una sola. Era la voz.

Todo puede perderse en un instante,
cuando reposa en fundamentos de papel,
cuando quedan separados de la vida,
el nosotros, el yo, el tú, el él.

Destruir las escaleras que conducen hacia el pódium;

derribar todas las torres de marfil;
fomentar la libertad en nuestro suelo;
dar lo bueno sin esperar nunca el sí.

Quedar en tierra, pero volando;
volando hacia las nubes, al vivir.




Y cuando ya casi todo lo veas perdido,
acuérdate,
de aquellos en que pocas veces reparaste,
a no ser como estadística, en tu ser.

Ve con ellos, al bar donde se reúnen,
y con ellos de calor embríagate.
No rechaces ningún vino que te ofrezcan,
es premisa indispensable para ver.

Aunque luego salgas con la vista nublada,
tu corazón habrá aprendido a ver,
y tu fría y aplaudida eficacia,
a otra nueva enseñanza ha de acceder.

Verás que aquellos que veías
defendido por tu palabra fugaz,
son distintos a como te imaginabas,
son distintos, lo verás.

Tú que tan sólo has producido camaradas,
en amigos habrás de pensar.




Rotos están los caminos que se hicieron,
pero queda en el ejemplo lo que fueron...

Que el camino, aunque roto,
siempre es nueva libertad.

Porque aún en el peor tiempo,
siempre enseña que se puede caminar.

Enseñaron a la nada, según dicen,
mas la nada es como el eco, viene a ti.

Y siempre los nuevos caminos
brotan del nuevo sentir.
De nada sirve romperlos,
ya que vuelven a salir.

Los caminos que se hacen,
brotan a la hora del fin.




Agarro la libertad con mi boca,
y me paro con ella a su encanto inhalar,
y una vez oxigenado, voy pasando
firmemente en la alegría y el dolor.

Porque sólo vivo mientras vivo,
porque sólo cuando en mí siento mi voz;
cuando ando, paso, paro y gozo,
es entonces cuando estoy en armonía con mi yo.

Me senté, y hacia mí vino alguien que no conocía yo;
se marchó, y en todo el tiempo que en mí estuvo
no se me identificó;
al principio estuve en tris de preguntarle,
pero su arrullo posterior me convenció,
porque vi cuando miraba, me di cuenta,
que a mirar nadie te enseña,
has de buscar.

Y es así, y así será nuestro viaje;
hoy parados en la estación de la paz,
esperando el despegue deseado
hacia el bello oasis: libertad.




Más tarde negarán lo que estás viendo,
en nombre de la lucha, o de la paz;
profetas y los cuervos, mano a mano,
irán a destruir tu libertad.

Dirán que el desarraigo es culpa tuya;
que te apartas de la realidad;
que rompes el eslabón de una cadena;
que hay cosas que no se deben aceptar.

Que hay lujos que no deben concederse;
pensar, en lugar de trabajar.
Produce, lucha, cumple, trabaja:
un pueblo está en camino de llegar.

El orden nunca será negociable.
La paz juramos defender.
Estamos en camino de la lucha.
Mañana vivirás mejor, más bien.

Mira a tu nuevo hermano, camarada.
Mañana lucharás también por él.
Ya sé que ayer fue quien te golpeaba,
pero hoy todo cambió; lucha por el.

Qué pena comprobar que voz y voto
en voto sólo se han de condensar
y que mi voz, y que tu voz, como está escrito,
mañana tendrán que silenciar.

Votarás a los nuevos uniformes,
o las viejas vestimentas del ayer.
Y entre voto, paz, orden, trabajo,
se irá diluyendo nuestro ser.




Iban cogidos de la mano,
era muy tarde,
todavía no había salido el sol.

Eran los restos de algo huero, desechado;
eran los restos de un tiempo que pasó.

Era la historia la que los había unido,
era el desdén por el tiempo que marchó,
era el terror a lo que se avecinaba,
era todo un desasosiego, eras tú y yo.

Porque fuiste tú quien sonreíste,
yo pensó es ella, ya está aquí,
y abrazados hacia el nunca, hacia el mañana,
nunca nos hizo falta el sí:

el camino, la ilusión, el yo, el silencio,
la miseria, la alegría, el terror
fueron ya, serán, hoy son,
como el aliento de un ente,
como el decir quiero: el soy.




Se busca al delincuente más buscado,
su búsqueda se recompensará.

Robó el tiempo que no tenía,
y se sentó insolente a ver pasar;
respiró el aire que no le correspondía,
bebió agua y permiso no pidió.

Se ruega encarecidamente piensen
el mal que hacen a la sociedad.

Se quitan la corbata y el sombrero
y hasta el vestido un día se quitarán.

Les dimos de comer y se rebelan;
se cansan y no quieren trabajar;
el cáncer de cebolla los domina;
la subversión llegó a este lugar.

¿Será conspiración?, ¿será carcoma?,
¿será libertinaje?, ¿qué será?

¡Pensar que la reserva de occidente
camina a abrazarse con el mal!

Se busca al delincuente que se ríe.

Se busca al delincuente; se busca a la verdad.




Y es inútil que busquéis,
programéis, ni deis más vueltas;
el suicida existirá
mientras exista la Tierra.
Como existe el corazón,
para vosotros arteria.

Y es inútil que pidáis
maravillas a la ciencia;
maravillas dan los magos,
las montañas o la Tierra.
Programad, pensad, buscad,
administrad nuestra Tierra;
las cuentas nunca os saldrán:
olvidáis que pisáis suelos
que pueden resquebrajar,
que hay algo que se os opone:
vida humana, voluntad.




Entonces apareciste;
cuando perdido,
camino del nunca más,
iba al borde de esa nada
que me asusta hoy al pasar.

Fue entonces cuando te vi,
pensando que eran mis sueños...
El sueño, única verdad,
todo lo demás es menos,
sólo es realidad.

Te vi y tras de ti estoy,
feliz y reencontrado;
juntos tendremos que estar;
tú me diste a probar frutos
que motivan a pasar
por la ardiente presencia:
goce, dolor, voluntad,
tierra, hombre y libertad;
que hacen del existir vida
y no cualquier cantidad.





A la vida


Sales de frente,
vas hacia mí.
Vienes toda hermosa,
me empujas a ir.
Veo la calle
y quiero salir.

El sol sale, y la mañana,
anuncia otro día más.
Que cuando acabe ese día,
no sea otro día igual.

Hay que crear cada día
nueva vida en nuestro andar.





Despojarse de la falaz investidura
y revestirse de la cálida verdad;
abrazarse a la existencia, día a día,
esperando cambiar la realidad.

Quebrantar los decorados,
que están borrando el paisaje;
respirar el bello fruto natural.

Destrozar la economía de mercado,
dignificar la palabra libertad.

Y dar vida al sentimiento que uno vive,
beberse entero el calor,
de aquellos que a tu lado te lo ofrecen,
con su presencia, con su mirada, con su voz.

Todo podría cambiar;
estamos agazapados,
soñando con caminar.




Se dan la mano, van juntos, tiene la misma misión,
el arquitecto de la jungla y el confesor.

Porque nuestro corazón siempre está arrinconado,
por el cerebro, por la razón.
No te empeñes en buscar perlas donde no hay agua,
no dejes que administren tu andar;
hasta el derecho a la muerte nos imponen;
de tu cuerpo tú no puedes disponer.

Recogemos día a día la mentira,
respiramos heder, putrefacción,
y, tamizada, adulterada, en nuestros huesos
la convertimos en costumbre, en respecto, en consideración.
Lo mejor de nuestra vida nos resulta imperceptible,
tristemente lo dejamos pasar;
hacemos nuestras las consignas, la paciencia,
divagamos, bendecimos, consolamos
y dictamos;
ayudamos a hacer crónica la conmiseración.




Abrazado a la utopía yo camino.
Si todo es mentira,
me engaño, me fabrico la mejor.
Reflexiono en fuerte voz
y digo claro
lo que quieren ver mis ojos,
lo que quisiera atender.
Porque nada cambiará si todo cambia,
mas quien no cambia soy yo;
presto estoy a ver el cambio;
mientras tanto, cambio yo.




Por si tú quieres saber
por quién estoy yo llorando,
he de hacerte comprender
que yo no lloro por nadie,
sólo quiero estar con él.

Porque esos que cada instante te liberan,
que por ti están dispuestos a pensar,
merecen una opinión, una respuesta, un pensar.
Merecen estar buen lejos del lugar donde haya libertad.




Licenciar,
librar,
libertar,
rescatar,
soltar,
desencarcelar,
desencerrar,
desencadenar:
pensar.





A la c.n.t.



Y vendrán, y volverán, vendrán de nuevo;
siento que nunca llegaron a marchar
y estuvieron presentes en nosotros
alentando y alertando nuestro pensar.

Estuvieron unidos a nosotros sin saberlo
nunca usaron la jactancia, nunca insistieron,
nunca dijeron estoy en ti.

Pero se siente su luz y su presencia
y con nosotros ellos vuelven a vivir.

Nadie sabe si algún día se murieron;
nada dice un triste y gris certificado de defunción;
eso a veces es apresuramiento por matar
por enterrar lo que vivió.

Nada más digo que las cosas percibidas...
Poco o nada más puedo agregar.
Que mi vivir y el de otros, y el de tantos,
a los que siento, que me ayudan, que me incitan
y pensando en ellos con verdad puedo decir:
que volverán, que volverán lo que fue nuestro,
lo que quisieron sepultar y hoy está aquí.




A la tristeza


Era todo un deseo de fiesta
la canción;
pero cuando se acaba
era dolor.
Eran olas, son olas,
que siguen buscando el mar.
Y se encuentran con el río.
Y con el río, la ciudad.
Y con la ciudad, la bruma,
la estructura, el cajón.
Demasiado triste todo
para que viva una flor.

Y así la flor, la canción,
la tristeza, la esperanza
salten de la misma voz,
que hoy llora, después ser ríe,
que quiere abrazar el sol.




Vino, vio, llegó y venció
la mentira, en nuestra tierra,
militante siempre en guerra,
aunque de paz nos habló.

Y los muertos que mató
acompañan hoy la esencia,
la irresistible ascendencia
de aquello que no murió.

Por eso, aunque la verdad
tenga encima una losa
o una fascista bota,
siempre será libertad.

Con un candor atrayente,
por saberse existente
en lo más hondo del ser.




Tenía forma de acorde su presencia,
de la dulce melodía del sentir,
de un agudo poco a poco más intenso,
que latía y que volaba desde mí.

Conversábamos los dos dando calor a las frases;
expresión tras expresión, vertíamos nuestra ilusión.
Yo adivinaba su aliento entrecortado,
por la dulce e impulsiva presencia del alcohol;
cuando mi mente volaba a 630 kilómetros,
buscando el germen que deja el amor.

Salté el tiempo; la distancia;
y creé liberación;
destruimos el espacio
y me encontró con su voz.

Con esa voz que está en mi voz,
mi vida,
que me acompaña al pasar.
La presencia vital y libertaria
que da la vida a mi entera libertad.

De aquella voz que hubo gestado nuestra madre,
de la agradable presencia en su mirar.




Debemos ser como niños
cuando aprenden a mirar.
Tenemos que ser nosotros,
siempre aprendiendo a mirar.

La caliente filosofía vagabunda,
filosofía a tumbos de vivir,
quemada como pan a fuego lento,
para poder ser y estar allí.
Donde vive la inquietud
de algo que nace,
de la anhelada vivencia de vivir.




Hay un niño que sonríe
que mañana su llanto contendrá;
es el paso de la protección
al desamparo,
de no tener a tener
uso de razón.
Es el paso de la curiosidad
al tedio, al frío,
de la llamada muerte natural,
acontecida en nuestros huesos el mañana,
según pronóstico de los sabios del lugar.





Música a nuestro silencio...
...Se estaba oyendo el rumor.
Mirábamos con tristeza
nuestra lenta destrucción.
Qué terrible es nuestra muerte,
que no respeta el dolor;
no deja el menor resquicio,
implacable en su canción.

Hay que luchar contra ella,
oponer nuestro cando,
abrazarnos y salir a reír juntos,
hacer frente a la propia destrucción.

Quien no es capaz de destruirse a sí mismo
es velero en noche negra y temporal.
Quien no sabe estar triste,
nunca hará feliz a los demás.

Cuando soplan malos vientos,
hay volver a entender la libertad.




Nos miramos sin hablar,
estamos dejando el mar.
El silencio nos oprime la garganta,
no queda resquicio alguno para hablar.
Todo un bosque está quieto, desafiante,
las garras de la maleza allí.
Y llevados por el viento del destino,
estamos llegando al fin.

Ese final que se estira y que se estira
y nunca acaba, ni siquiera deja margen para ti.

Me he de negar a olvidar,
he de pensar recrear esta tragedia,
mi catástrofe, tu afrenta, toda nuestra destrucción.

He de gritar en la muerte,
que he de hacer canción.




Paseabas frente al mar,
el horizonte caminaba hacia ti.

No te encontré,
porque día a día te alejas,
te alejaban, nos echaban del lugar;
nos decían que el horizonte no andaba,
pero, está claro, no era verdad.

Eran ellos, que nos alejaban,
los que nos sacaban la verdad;
nos meten el sacacorchos en la boca,
nos preparan para el nunca despegar.

Nos engañan, de vez en cuando un progreso,
nos hastían, nos cansan de nunca andar.




Esta es la crónica de la lenta destrucción,
del hoy que acaba.

Esta es la voz que parió la desintegración,
lo que rompía el silencio y las costumbres.
La que te incita a olvidar el dolor,
la voz que no podía ser de otra manera,
la voz de nuestra contradicción.

Cuando salíamos a la calle, día a día,
era la historia repetida siempre igual,
Era el silencio que constante machacaba,
afloraba en ti cuando empezabas a hablar.
Era las cosas desprovistas de sus nombres,
era la vida obligada a desazón;
era el sepulcro de lo que nos unía al orden,
hasta el llanto en público era subversión.

Eran los tiempos de la muerte por ahogo interno,
eran los tiempos de paz, progreso y unión.